Desde que Morena inició con los resultados de sus encuestas a gobernadores, no ha habido transparencia en ellas, y aunque han habido quejas hasta por propios militantes, se niegan a compartir su metodología.

El diario Reforma se dio a la tarea de solicitar vía transparencia, los resultados de las encuestas para definir a sus candidatos a gobernadores en 15 estados: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala, Sinaloa, Sonora y Zacatecas.

De acuerdo con el medio de comunicación, pidió detallar por cada estado quiénes fueron los cuatro aspirantes que se sometieron a la encuesta, la muestra del sondeo por entidad y las fechas.

Asimismo, explicar si la Comisión Nacional de Elecciones contrató a una empresa para las encuestas, y si la realizó dicha instancia, cuántos empleados destinó a esos sondeos y el monto que erogó en cada uno.

Sin embargo, la dirigencia nacional de Morena decidió reservar por tiempo indefinido las encuestas que realizó con el argumento de que es un tema interno. ¿Pero no se suponía que Morena es el partido más transparente de la historia?

Incluso para zafarse de la petición, la dirigencia del partido de la 4T se justificó con base en el artículo 31 de la Ley General de Partidos Políticos, el cual dice:

“Se considera reservada la información relativa a los procesos deliberativos de los órganos internos de los partidos políticos, la correspondiente a sus estrategias políticas, la contenida en todo tipo de encuestas por ellos ordenadas”

“Así como la referida a las actividades de naturaleza privada, personal o familiar, de sus militantes, dirigentes, precandidatos y candidatos a cargos de elección popular, en términos de la ley de la materia”.

Debido a lo anterior, la dirigencia dijo que sus encuestas tienen “carácter de reservadas” y no es posible difundir las encuestas hechas por el partido, aunque sea el derecho de un ciudadano el conocer la información de una entidad pública, pues afirman “hay excepciones”.

¿Qué conveniente no? Justo para algo que se presta a malinterpretaciones como encuestas para definir candidatos y donde más debía haber transparencia, la 4T sale a decir prácticamente que “confiemos en ellos”, como si la ciudadanía no estuviera ya harta de tanta simulación en gobiernos pasados.

Y es que, si nos ponemos a pensar, es como si no hubieran hecho nada y solo hicieran la simulación de sus encuestas, y su metodología fuera el dedazo o peor aún, por el compadrazgo o la conveniencia.

Y no lo decimos solo nosotros, aproximadamente veinte aspirantes a las candidaturas han denunciado opacidad por parte de la dirigencia nacional en las encuestas.

Al grado que varios de ellos han interpuesto recursos ante el Tribunal Electoral para que se les dé acceso a los resultados, o hasta han renunciado al partido.

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